Jueves 17 de Noviembre de 2005

Bajo control

¿Entregarías las llaves de tu automóvil a un extraño, dejando que se lo lleve? No, por supuesto que no. ¿Le darías el control de tu cuenta bancaria y tus tarjetas de crédito a alguien a quien no conocieses perfectamente bien? ¡Definitivamente no!

Sin embargo, quizás estés dejando a otras personas, incluso personas que no conoces, tomar el control de algo mucho más valioso aún que un automóvil o una cuenta bancaria: Tu actitud.

Piénsalo. ¿Quién controla tu actitud? En última instancia, eres tú quien tiene el control. Pero si te dejas influenciar por lo que los demás dicen y hacen, lo que haces es renunciar a ese control y las consecuencias de un comportamiento semejante no suelen ser muy positivas.

Ten siempre presente que, no importa lo que suceda, quien tiene el poder de decidir eres tú. Puedes optar por permitir ser distraído por aquellos factores externos, o mantenerte concentrado en lo que realmente importa. Puedes optar por sentirte insultado, o divertido. Puedes permitir ser arrastrado a un callejón sin salida o seguir trabajando en pos de las metas que has definido.

La manera en que veas al mundo que te rodea y cómo pienses respecto de él, puede significar una enorme diferencia en tu calidad de vida. Así que mantén el control sobre tu actitud y haz de esa, tu propia vida, la mejor posible.

— Gabriel Sandler

¿Abrumado? Dispuesto a trabajar next

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