Martes 7 de Marzo de 2006

Ocúpate de él

Recorriendo el camino fácil no alcanzarás aquello que tan profundamente deseas. Tampoco lo harás buscando ese tipo de soluciones que se alcanzan sin esfuerzo. La manera más segura de lograr cualquier sueño es trabajando en él. Deja de esperar que caiga del cielo. Deja de buscar un atajo. Levántate, sal, echa a andar y ponte a trabajar.

Nunca faltan quienes te prometen algo a cambio de nada. Lo que ofrecen no es otra cosa que promesas vacías y, finalmente, desilusiones. Así que no permitas que te hagan desperdiciar tu tiempo y tu energía. Utiliza ese tiempo y esa energía para dirigirte hacia tu sueño. Utiliza esa energía para trabajar en él.

Ocúpate de tus deseos. A pesar de que parezca tan obvio son muy pocos los que llevan a cabo el esfuerzo, con constancia y compromiso, que haría falta para vivir la vida que desean. Pero los que sí lo hacen, los que se dedican a eso que desean, finalmente lo consiguen.

Cuando alguien parece tener buena suerte, lo que ha hecho en realidad es haberse forjado su propia suerte. Cada resultado tiene una causa. Cada logro proviene del esfuerzo que se ha puesto en juego para conseguirlo.

La oportunidad de enfocar los propios esfuerzos en dirección a los deseos que uno tiene, constituye una de las mayores y más determinantes bendiciones de la vida. Vive esa bendición a cada instante, enfocando tus esfuerzos en hacer realidad tus más elevadas y mejores potencialidades.

— Gabriel Sandler

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