Miércoles 26 de Abril de 2006

Más que ocupado

Para poder terminar de concretar lo que uno está llevando a cabo, a veces lo mejor es reducir la velocidad. ¿Cómo puede ser? Estando a las corridas día tras día tu atención termina dispersándose y fragmentándose. A las apuradas haces un poquito aquí, un poquito allá, otro poquito aquí, antes de salir corriendo para hacer un poquito más en algún otro lado. Aunque te mantienes ocupado, con una actitud semejante la mayoría de las veces no llegas a concretar nada. Todo el esfuerzo que requiere pasar de una actividad a otra no te deja mucha energía y atención disponibles para las actividades en si mismas.

Así que atrévete a detenerte cada tanto para preguntarte, ¿cuál es el apuro? El valor que generas no depende de la cantidad de cosas que puedas acumular en un cierto período de tiempo. El valor que creas depende de la calidad de los resultados que alcanzas en ese mismo tiempo. En lugar de cambiarles el foco abruptamente cada vez que se ponen en marcha, dales a tu concentración y a tu atención algo de tiempo como para que lleguen a tomar impulso.

Acepta el hecho de que no vas a hacer todo a la vez y disfruta del proceso de darle a cada actividad el tiempo que se merece. En lugar de quedarte con solamente estar ocupado, prueba con la fuerza increíble de tu concentración y tu atención y así, sorpréndete por lo lejos que podrás llegar.

— Gabriel Sandler

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