Jueves 29 de Junio de 2006

Sólo trataba de ayudar

Querer hacer lo correcto, tener la intención de hacerlo, es admirable. Pero para destacarse hacen falta más que buenas intenciones. Hace falta preparación, esfuerzo, pensamiento, acción y disciplina. Si de veras vas a hacerlo, la intención de hacer lo que debes tiene que ir de la mano con la habilidad y la capacidad de efectivamente hacerlo.

Desde padres sobreprotectores hasta programas sociales mal gestionados, el mundo está lleno de buenas intenciones que han salido mal, situaciones en las cuales queriendo ayudar se termina lastimando. Buenas intenciones no son excusa para malos resultados. El deseo de hacer algo bueno debe ir seguido de acciones efectivas y comprometidas. Cualquier cosa que valga la pena conseguir necesita de esfuerzos inteligentes, enfocados y coherentes.

Si lo único que haces es intentar ayudar, será maravilloso, pero no alcanza. Haz el esfuerzo de saber y de comprender qué es lo que estás haciendo. Comprométete a generar una diferencia, en serio. Tu corazón está apuntando en la dirección correcta. Asegúrate de que tu mente, tus manos y tus resultados también lo estén.

— Gabriel Sandler

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