Sábado 12 de Agosto de 2006

Autocrítica

Probablemente seas tu crítico más implacable. En muchos sentidos eso es bueno. Puede ayudarte a mantenerte enfocado. Puede evitar que cometas serias equivocaciones. Pero tu autocrítica también puede paralizarte. Puede hacer que te detengas antes de haberte siquiera puesto en marcha. Puede hacer que descartes ideas y planes que, en caso de haber sido intentados, habrían demostrado ser muy valiosos.

Presta atención a tu propio crítico interior. Después de todo, te conoces mejor que nadie. Tu autocrítica suele ser útil y bien merecida. Pero no permitas que te detenga.

Intentar alcanzar altos estándares es muy bueno, siempre y cuando no te paralice. Compensa tu autocrítica alentándote a ti mismo. Deja que te tironee hacia adelante en lugar de empujarte hacia abajo. Observa con realismo tus propias debilidades y defectos. Considéralas como las verdaderas oportunidades que son. Responde a tu autocrítica con un compromiso renovado y positivo por alcanzar una excelencia que sea factible.

— Gabriel Sandler

De veras importante Se afortunado next

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