Viernes 27 de Julio de 2007
Riqueza ilimitada
La riqueza disponible es ilimitada. De hecho, cuanta más riqueza vivas, experimentes y agradezcas, más verás a tu alrededor.
Los únicos límites que tiene tu propia riqueza son los que tú te impongas. La buena fortuna de los demás no ocurre a costa tuya, así como tu propia buena fortuna no existe a expensas de los demás.
Así, la envidia es un pensamiento absolutamente negativo. Cuando te llenas de envidia no puedes llegar a ver ni a conectarte con la riqueza que, de otro modo, estaría a tu disposición. Pero apenas empiezas a regocijarte en la buena fortuna de los demás, ésta pasa a ser también tu propia buena fortuna. Tan pronto como te liberas de cualquier pensamiento envidioso, la riqueza empieza a fluir hacia ti.
Sé positivo y no resentido, respecto de los logros de los demás. Si les apoyases con sinceridad en sus logros, en lugar de alejarte de su buena fortuna podrías participar de ella.
Descarta todo pensamiento de envidia y resentimiento, y abre tus ojos a la sorprendente riqueza que tienes a tu alcance.
— Gabriel Sandler
Aprovechar los problemas Tienes este día
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©2007 Ralph S. Marston, Jr. - derechos para traducción al Español y su distribución mundial exclusivamente y en exclusividad para Gabriel Sandler. Todos los derechos reservados.