Jueves 1 de Octubre de 2009

Tiempo de buena calidad

Queriendo llevar a cabo, cada día, cada pequeña cosa que puedas acumular en tu agenda, no vas a llegar demasiado lejos. En lugar de luchar por estar siempre ocupado, atareado, entretenido, busca ser efectivo y sentirte pleno.

Deja de lado la necesidad de programar apretadamente una actividad tras otra. Si en todo lo que enfocas tu energía es en hacer girar las ruedas, lo único que obtendrás será un cansancio excesivo.

Hacer unas pocas cosas bien hechas genera mucha más satisfacción que hacer montones y montones de cosas a un ritmo frenético. Más aún, la riqueza de la vida está en el hacer, y no en contar cuántas cosas has hecho.

Si te pasas la vida saltando constantemente de una cosa a la otra, poco importará cuánto seas capaz de lograr. Porque ninguno de esos apresurados logros te aportará demasiado valor que tenga sentido.

En cambio, avanza un poco más lento, sé selectivo, adopta una actitud reflexiva y bien enfocada. De entre tus muchas oportunidades, selecciona sólo las mejores y dedícales tiempo de buena calidad.

En lugar de correr rápidamente a lo que viene a continuación, saborea cada instante y cada tarea. Llena tus días con tiempo de buena calidad, y esos días serán ricos de verdad.

— Gabriel Sandler

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