Jueves 15 de Mayo de 2014
No hay día desperdiciado
Vivir en base a un propósito y claramente centrado, te ayuda a comprender el valor de mantenerte centrado en algo que tenga real y verdadero sentido. Y vagar sin rumbo y a la deriva sin un foco claro también puede ayudarte a valorar el poder de un propósito real y concreto.
De uno u otro modo, la vida te lleva firme y certeramente hacia tu propósito. Ya sea que sientas el dolor de perder contacto con ese propósito, o la dicha de vivir en armonía con él, crecerás en comprensión y agradecimiento.
Ningún día, ninguna experiencia, ningún encuentro es realmente un desperdicio. A través de todos los altibajos, en los buenos tiempos y en las épocas de desesperanza, sentirás más intensamente la necesidad de expresar quien tú realmente eres.
La belleza de este día no está en sus circunstancias. La belleza pasa por que puedas hacerla tuya, toda ella, sea lo que sea y como sea, y sumarla así a la esencia de tu ser.
Sea lo que fuere que pueda presentarse, siente agradecimiento por la oportunidad de superarlo. Pase lo que pase, acéptalo y crece con ello.
Tu propósito no puede hacer otra cosa que fortalecerse, a cada instante. Siente esa fortaleza y vívela más plenamente, más auténticamente, día tras día.
Gabriel Sandler


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©2014 Ralph S. Marston, Jr. - derechos para traducción al Español y su distribución mundial exclusivamente y en exclusividad para Gabriel Sandler. Todos los derechos reservados.