Motivador del Mes - Marzo 2017

Voluntad

Tu mayor enemigo podrías ser tú mismo. A menudo, lo más difícil de superar es tu falta de voluntad. ¿Por qué? Porque vas a sentirte desanimado. Por montones de razones. Decidirás que tu trabajo no es lo suficientemente bueno. Empezarás a pensar que a nadie le importa. Enfrentarás contratiempos y te cansarás de ellos. Te sentirás distraído por relucientes objetos. La gente te incentivará a romper con tu trabajo y hacer otras cosas.

Pero puedes manejar todo eso. Estando comprometido con hacer que las cosas buenas que pretendes se hagan realidad. Tu propia falta de voluntad es tu mayor obstáculo, pero la buena noticia es esta. Puedes superar ese obstáculo definitivamente. Porque el obstáculo eres tú. Tienes total control sobre él.

Controlas lo que piensas. Controlas tus expectativas. Controlas tu actitud. Controlas tus acciones. Controlas hacia dónde vas y lo que ves y cómo interpretas eso que ves.

Así que con todo eso en mente, vuelve al principio. Vuelve al momento en el cual tomaste la decisión de hacerlo. Recuerda por qué. Recuérdate a ti mismo lo importante que es. Luego recuérdate que la resistencia está en tu cabeza y que puedes seguir avanzando sin importar lo que suceda.

Seguro, se trata de obstáculos reales, físicos, financieros, sociales, políticos, médicos, logísticos. Y uno por uno, puedes superarlos. Puedes superarlos, quiere decir, una vez que hayas superado el obstáculo que constituye tu propia falta de voluntad. Haz que esa carencia se revierta. ¿Cómo? Decidiendo revertirlo. Decidiendo donde concentrar tu atención. Por la manera en que decidas sentir al respecto. Siente que tu voluntad es fuerte y ¿adivina qué? Lo será.

Eres tu propio peor enemigo, pero en esa realidad yace una realidad mucho más potente y positiva. También eres tu propio mejor activo. Puedes tomar esa falta de voluntad, o tu poca voluntad, y transformarla. En tan sólo un instante puedes pasar de no querer hacerlo a estar mil por ciento comprometido.

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