Viernes 29 de Septiembre de 2006

Que sea un día genial

Un determinado impulso es, en gran medida, una cuestión de percepción, y es allí donde reside su fuerza. Basta que se combinen dos o tres hechos desagradables para que súbitamente decidas que estás teniendo un mal día. Y una vez que has decidido que es un mal día, realmente se convierte en un mal día, no debido a ninguna fuerza externa ni a un capricho del destino, sino a partir de tu propia percepción, esa que tú has optado tener.

Algo parecido sucede cuando crees estar teniendo un buen día. Un par de cosas se dan a tu favor. Súbitamente te consideras invencible. Y en muchos sentidos lo eres. Tu predisposición positiva eleva tu nivel de energía, tus expectativas y la efectividad de lo que haces. Una vez más, no se debe a que hayas recibido algún extraño tipo de poder místico, sino porque te has convencido de que estás teniendo un día positivo.

Con esto en mente, es fácil darse cuenta de cómo hacer para transformar cada día en uno maravilloso. ¡Simplemente decide hacerlo! Una vez que comprendes que tu predisposición en un día determinado depende, en gran medida, de ti, hasta esos días que arrancan con una nota negativa pueden terminar adoptando un impulso positivo. Decide tener un día maravilloso, y sin duda lo tendrás.

— Gabriel Sandler

Perdona y libérate Ahora estás preparado next

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