Martes 6 de Mayo de 2008

Hazlo de una vez

Tus esfuerzos, reales y concretos, a menudo terminan siendo menos cansadores, mucho menos agotadores que la ansiedad que tú les pones. Imagina cuánto más podrías conseguir si tan sólo pudieses trabajar sin el conflicto que te generan tus pensamientos negativos

¿Cuánto tiempo y energía desperdicias, preocupado porque la tarea resulta demasiado difícil o complicada, o porque por que no está a la altura de tu dignidad? ¿Cuánto tiempo dedicas a estar irritado, resentido y ansioso, cuando podrías estar destinando ese tiempo a llevar el trabajo a cabo?

Concéntrate en el esfuerzo, deja de lado tu necesidad de resistirte a él y dale lo mejor que tengas para darle. Piensa en el enorme privilegio que significa el hecho de que tengas la oportunidad de marcar una diferencia realmente significativa.

Lejos de sentirte molesto por lo que debes hacer, siente entusiasmo por lo que puedes hacer. Lejos de hacerte sentir, a ti mismo y a los demás, desdichado por ello, por tu energía en completarlo de la mejor manera que sepas.

En lugar de dejarlo para más tarde, para que de esa manera tus preocupaciones y ansiedades aumenten, ponte a trabajar y hazlo de una vez. Dejando de lado la ansiedad que rodea a la tarea, súbitamente comprenderás que no había motivos para intentar evitarla.

Verás que todo indica que lo mejor que puedes hacer es poner manos a la obra y, haciendo lo que haya que hacer, terminarlo de una vez.

— Gabriel Sandler

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