Jueves 10 de Julio de 2008
Alentando a los demás
Si estás necesitando que alguien te aliente, empieza alentando tú mismo a alguien. Nada puede animarte más que tus propios esfuerzos por motivar a otro.
Recuerda aquellos momentos que guardas dentro ti con más cariño. Y verás que los mejores días han sido aquellos en los que te has brindado, tú mismo, con la mayor generosidad.
Enfocarte sólo en tus propios problemas y desafíos te coloca en un estado de ánimo negativo e muy poco productivo. Sin embargo si centras tu atención en ayudar a los demás con los desafíos que deben enfrentar te vuelves, naturalmente, más positivo y efectivo.
Cuando empieces a sentir lástima de ti mismo reenfoca esa energía. Transfórmala en compasión por los demás. Siempre hay algo que puedes hacer para estimular a quienes te rodean. Y es a la vez una manera segura y confiable de levantarte el ánimo.
Ofrece la motivación que a ti te gustaría recibir. Y la recibirás multiplicada por dos.
Gabriel Sandler
Toma la iniciativa La fuerza de la humildadTweet | |||
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