Miércoles 23 de Septiembre de 2009

Sorpresas desagradables

Algunas veces la vida se desarrolla de maneras en que uno jamás podría haber previsto, ni siquiera imaginado. Hasta el plan más cuidadosamente trazado puede quedar patas para arriba a causa de algo totalmente inesperado.

Cuando ello ocurra tú podrás lamentarte, quejarte, gritar, chillar, arrojar objetos por el aire y sumergirte en una densa bruma de autocompasión. Pero nada de eso te aportará nada que valga la pena.

Si alguna sorpresa desagradable de la vida se cruza en tu camino, podrás sentirte tentado de usarla como una excusa para deprimirte, desanimarte y abandonar. Pero, ¿de veras desearías optar por ser desdichado e inefectivo?

En cambio, date cuenta de que una respuesta positiva es igual de posible que una negativa y a la vez, mucho más beneficiosa. Cuando los acontecimientos te hagan tambalear, aprovecha las circunstancias no como una excusa para rendirte, sino más bien como una razón que te impulse a seguir avanzando con más determinación aún.

Si una embarcación es impulsada fuera de su curso hacia el Este, un buen capitán moverá el timón hacia el Oeste. Del mismo modo, si la vida te empuja en una dirección negativa, tu mejor respuesta sería arremeter más positivamente aún que antes.

Cuando una sorpresa desagradable se presenta, constituye una excelente oportunidad para darle forma a una sorpresa de tu propia creación. Sorprende al mundo con lo positivo que puedes llegar a ser y todos estarán avanzando, rápidamente, otra vez.

— Gabriel Sandler

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