Viernes 18 de Enero de 2013
Ponte un plazo
Dale a tu meta una característica que mejorará enormemente las posibilidades de ser alcanzada. Dale a tu meta un plazo.
Un plazo aporta un límite claro y concreto a tus esfuerzos, aunque no te limita ni obliga a reducir esos esfuerzos. Por el contrario, un plazo va a hacer que tus esfuerzos se concentren en un único punto, dándoles más fuerza y una efectividad eminentemente práctica.
Sin un plazo podrías agotarte y aún así, no alcanzar ningún logro que tenga sentido. Un plazo te obliga a priorizar y a dedicar tus mejores esfuerzos en aquella dirección que más sentido tiene para ti.
Con un plazo, te estás recordando constantemente cuán valioso, cuán precioso resulta tu tiempo. Tendrás la capacidad de ver recursos y oportunidades que de otro modo se mantendrían ocultos.
Un plazo te alienta a hacer lo mejor que podrías hacer con aquello que tienes a tu alcance. Y esa es una capacidad que lleva, con certeza, a grandes logros una y otra vez.
Date a ti mismo un plazo. Y concreta la tarea mucho más rápido que nunca.
— Gabriel Sandler
Centramiento Trabaja y disfruta
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©2013 Ralph S. Marston, Jr. - derechos para traducción al Español y su distribución mundial exclusivamente y en exclusividad para Gabriel Sandler. Todos los derechos reservados.