Lunes 9 de Mayo de 2005

El valor que pones

Todo lo que valga la pena ser alcanzado demandará un largo esfuerzo, difícil e ininterrumpido. Sin embargo, aunque la meta pueda parecer muy lejana los beneficios de trabajar en pos de ella llegan de inmediato. Porque el valor del logro está en ir lográndolo. La recompensa no está dada tanto por lo que obtienes, sino por la persona en la que te conviertes a través del proceso de obtenerlo.

No importa cuán complicado pueda resultar el camino, el hecho de que te esté llevando a un destino que tú has elegido marca toda la diferencia del mundo. Por ejemplo, poniendo el ojo allí donde quieres estar dentro de cinco años y comprometiéndote a transitar ese camino, ya estás agregando valor a tu vida desde ese preciso instante.

El compromiso, la disciplina, el foco y el esfuerzo son, en sí mismos, su propia recompensa. Y empiezan a ser parte de ti en el preciso instante en que decides comenzar. Aunque en un primer momento podrías desear poder alcanzar la meta sin tener que recorrer todo el camino ni enfrentar cada desafío, pronto te darás cuenta que semejante alternativa no valdría la pena. Porque es justamente el valor que tú pones en cualquier logro lo que hace que tenga valor para ti.

— Gabriel Sandler

Lo mínimo indispensable Una y otra vez next

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