Lunes 26 de Diciembre de 2005

Lidiando con la incertidumbre

En todo emprendimiento existen riesgos, y tratar de minimizarlos es una actitud inteligente. Sin embargo, eliminar los riesgos por completo constituye en si mismo, el mayor riesgo posible. Siempre existe el riesgo de tener que detenerse mientras uno está en movimiento. Pero si nunca te decides a dar un paso, el no poder avanzar se convierte en certeza.

Siempre encontrarás montones de excusas para quedarte quieto, para no hacer nada. Pero vistas a la implacable luz de la realidad, las excusas no sirven de nada. Lo que importa es lo que se hace, lo que se emprende y lo que se consigue.

El coraje no es sinónimo de ausencia de temor. Quienes demuestran el máximo coraje han experimentado los más grandes miedos. Tener coraje es decidir actuar a pesar del miedo, es tener la capacidad de aprender del miedo, de sentirte impulsado por él y de aprovechar ese conocimiento y esa energía para superarlo.

Poner manos a la obra no asegura el éxito, pero la única manera de conseguirlo es mediante acciones dirigidas y claramente enfocadas en la dirección correcta. Vivimos y crecimos y prosperamos gracias a los riesgos que hemos asumido, por los desafíos que hemos aceptado, debido a los miedos que hemos trascendido.

La vida es el proceso de lidiar satisfactoriamente con la incertidumbre. Nuestro cuerpo está diseñado para eso, nuestra mente ha sido conformada para eso, y nuestro espíritu acumula energía a partir de enfrentar el desafío y avanzar con decisión, a pesar del riesgo.

— Gabriel Sandler

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