Miércoles 18 de Enero de 2006

Autocompasión

Estás sintiendo lástima por ti mismo. ¿Por qué? ¿Qué conseguirás con ello? Por lo general, lo único que lograrás es agravar los problemas que ya tienes y profundizar la desesperación que ya estás sintiendo.

Pero sigue adelante y siente lástima por ti mismo por un momento. Experimenta la sensación de ser una víctima. Toma ese sentimiento y sostenlo en tu mano. Cierra el puño sobre él. Aférralo fuertemente. Luego abre la mano y míralo.

Te darás cuenta de que no eres tú. Es algo a lo que te estás aferrando. Esa autocompasión es algo que has decidido sentir. Con la misma convicción podrías optar por dejar de sentirla. Con la misma facilidad podrías decidir dejarla ir. Así que hazlo. Déjala ir. Deja que esa sensación de sentir pena por ti mismo salga de ti. Es un artefacto inútil de tu pasado, así que abandónalo. Pon la energía que estaba consumiendo, al servicio de propósitos más productivos. Utilízala para moverte en dirección a donde deseas estar.

Puedes optar por seguir recordándote a ti mismo qué es lo que está mal en tu vida, o por concentrarte en aquellas cosas que son, y en las que pueden ser, buenas y positivas y agradables y verdaderamente satisfactorias. No importa cuán mal puedan estar las cosas, sintiendo lástima por ti mismo no sacarás nada positivo. No importa cuán mal estén las cosas la mejor alternativa es, en todo momento, hacer que mejoren.

— Gabriel Sandler

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