Viernes 2 de Marzo de 2007

Créelo

Ser un poquito escéptico, en un mundo en el cual la gente se la pasa haciendo todo tipo de quiméricas afirmaciones, vale la pena. Obviamente no puedes creer todo lo que lees, escuchas o ves en la televisión. Esquemas del tipo hazte-rico rápidamente, milagrosos productos para bajar de peso, novedosos secretos para ganar dinero en el mercado de valores y cosas por el estilo prometen resolver los problemas rápida y sencillamente con poco o ningún esfuerzo. A pesar de parecer tan seductores, por lo general terminan demostrando ser seductores pero nada más. Un sano escepticismo puede ahorrarte muchos dolores de cabeza y montones de desilusiones.

Pero cuando se trata de ti mismo, de las oportunidades en tu propia vida y de tu capacidad para convertir esas oportunidades en realidad, deja el escepticismo de lado. Lo que consideres posible, será posible. Lo que creas de ti mismo, serás. Lo que decidas conseguir, conseguirás.

Permítete creer en ti mismo. Permítete creer que lo mejor de la vida es posible para ti. Permite que tu creencia contagie, infunda y potencie a tus pensamientos, acciones y expectativas. En lo que tú crees yace la fuerza que te hará superar cualquier obstáculo que se interponga en tu camino.

Cuando el mundo te promete algo, combinar tu creencia con un sano escepticismo es simple sentido común. Pero cuando te prometes algo a ti mismo, créelo con todo lo que tienes y descubrirás así la manera de cumplir lo que has prometido.

— Gabriel Sandler

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