Lunes 23 de Julio de 2007

Buenas personas

No están pendientes de llamar la atención, de recibir un aplauso ni un reconocimiento especial. Simplemente ponen manos a la obra y hacen lo que hay que hacer. Cuando algo no funciona como debería, no se quejan ni quedan empantanados en la frustración. En cambio, hacen todo lo que sea necesario para corregirlo.

Cuando dicen que harán algo, siguen adelante y llevan a cabo todo lo que sea necesario para cumplir lo prometido. No creen que el mundo les deba algo. Se sienten sinceramente agradecidos por tener la oportunidad de marcar una diferencia y de generar verdadero valor.

A veces perdemos de vista la cantidad de buenas personas que existen en este mundo. Pero echar una mirada alrededor y reconocer todas las cosas útiles y valiosas que tan a menudo damos por sentado, será suficiente recordatorio. Nos mantienen alimentados, abrigados, protegidos, entretenidos, informados, sanos y hacen tantas y tantas otras cosas que resultan demasiadas como para enumerar. Algunas de las mayores bendiciones de la vida provienen de las buenas personas con las cuales tenemos el privilegio de estar viviendo.

— Gabriel Sandler

Desde el corazón Un instante de serenidad next

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