Martes 8 de Enero de 2008

Que la alegría fluya

Acaparándola toda para ti, no hay manera de que puedas sentir alegría. Porque quedaría estancada y dejaría de resultar alegre, sin lugar a dudas.

¿Qué pasaría si vivieses en la más fabulosa mansión que podrías llegar a a imaginar, pero no tuvieses a nadie con quien compartirla o nadie que fuese a visitarte jamás? No es tan difícil darse cuenta de que semejante situación se tornaría rápidamente en una insoportablemente triste y aburrida.

Tu vida es mucho más valiosa que la más opulenta de las mansiones. Y tu podrás vivir ese valor hecho realidad sólo en la medida en que compartas lo mejor de ti mismo con quienes te rodean.

Deja que la alegría fluya desde ti ante cada oportunidad que se te presente. Y siempre verás alegría más que suficiente volviendo a ti para ocupar su lugar.

Busca mejorar el mundo ofreciendo lo mejor de ti mismo y verás a tu mundo convertirse, más y más, en uno mejor. Descubre la alegría en la buena fortuna de los demás y esa misma alegría resultará interminable.

— Gabriel Sandler

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