Lunes 7 de Mayo de 2012

Verdadera confianza

La confianza más fuerte es la que proviene, tranquilamente, del interior. La muestra más certera de una debilidad intrínsecamente tuya, así como de una clara falta de confianza, es la necesidad imperiosa de ostentar.

Ejercita humildad y lo que estarás generando, será confianza. Cuanto menos te preocupes por impresionar a los demás, más los impresionarás.

Sé honesto y auténtico, y tu confianza crecerá. Cuanto más cabalmente te des cuenta de que no hay necesidad de ocultar quien tú realmente eres, más confiado te sentirás para encarar cualquier cosa que te propongas.

Encara cada tarea con paciencia y buscando comprender. No permitas que la arrogancia infecte tu actitud, porque la arrogancia no es más que una pobre imitación de la confianza, que lo único que logra es que la confianza verdadera se evapore.

Toma conciencia de hacia dónde te estás encaminando, y por qué. La verdadera confianza fluye naturalmente a partir de una clara motivación, de una determinada razón de ser.

Dentro de ti yace una sólida, genuina confianza, y ésta puede aportar una fuerza enorme a todo lo que hagas. Vive y actúa de manera tal de nutrir esa confianza, haciéndola crecer, y puedes tener la certeza de que actuará a tu favor.

— Gabriel Sandler

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