Miércoles 2 de Diciembre de 2015

Aún cuando fracasas

Tan deseable como podría ser, el éxito suele servir para confirmar aquello que ya sabías. El fracaso, por el contrario, te enseña algo nuevo y valioso.

El fracaso es doloroso, y eso hace que sus verdaderas lecciones resulten absolutamente memorables. Y además el fracaso no tiene por qué ser definitivo, porque a su manera te enseña cómo alcanzar el éxito.

Aunque no querrías buscar fracasar intencionalmente, tampoco tienes por qué tenerle miedo. Es conviviendo con la posibilidad del fracaso y aprendiendo de su experiencia, que desarrollas la fortaleza necesaria para alcanzar el éxito.

Muévete, avanza y pon lo mejor de ti en el esfuerzo. Vive y actúa en base a la genuina confianza de saber que aún cuando fracasas estás logrando progresos significativos.

Estando dispuesto a aprender y a ajustar el rumbo, el fracaso no puede seguir reteniéndote. Si la meta es clara y el propósito es tuyo de verdad, encontrarás la manera de hacerlo realidad.

Incluso aunque fracases, no será por mucho tiempo. Ten eso presente, y ten el coraje de hacer lo que debes hacer para vivir la más excepcional vida que tú sabes que puedes vivir.

— Gabriel Sandler

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